Lectura Viva | Astrid Lindgren
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Astrid Lindgren

País: Suecia

Escritor

La escritora sueca Astrid Lindgren nació en 1907 en el seno de una familia campesina. Su infancia y adolescencia transcurrieron en medio de la naturaleza y la simplicidad de la vida del campo. Su vieja casa de tejas rojas, rodeada de manzanos, pinos, abetos y grandes rocas, sería el paisaje que verían sus ojos durante esos años y que después reflejaría en muchas de sus numerosas obras. Y sería también el germen de su amor por los animales, cuyos derechos defendió con fuerza; por la vida natural y libre que se respira en todo cuanto escribió; por los niños, a quienes dedicó lo mejor de su talento y su trabajo creador; por la paz, la solidaridad humana, la calidez, el humor.

En el invierno de 1941, y para entretener a su pequeña hija de siete años, enferma de una afección pulmonar, concibe las aventuras de Pippa Mediaslargas, una niña irreverente, autónoma, disparatada y de humor delirante, que no tiene padres pero ha logrado organizar su vida sin necesidad de ningún adulto que la guíe o proteja. Inicialmente el libro fue rechazado pues un personaje así causaba inquietud pedagógica en una época donde el ideal formativo era el niño “bueno y obediente”. Pero en 1945 ganó un concurso, fue publicado, e inmediatamente el éxito entre los niños fue arrollador. Luego completaría la trilogía con “Pippa se embarca” y “Pippa en los mares del Sur”, igualmente originales y graciosos. Las aventuras de Pippa llegaron a ser los libros más leídos de Suecia. Pippa trascendió sus fronteras y fue traducida a más de 60 idiomas y llevada al cine. Desde entonces es la amiga entrañable de los niños en todo el mundo. Y también de los adultos pues su maravilloso universo literario no conoce edades ni fronteras.

Astrid Lindgren dedicaría su vida a escribir para los niños, a crear para ellos personajes e historias que abordan todos los temas, muchos de los cuales suelen ser considerados tabú , con el mayor respeto intelectual por los pequeños lectores. El miedo, la enfermedad, la muerte, la pérdida de los seres queridos, la soledad, el mal, el bien, la orfandad, la tristeza, entre otros, son presentados a los niños con toda naturalidad, como parte de la vida que son, de modo tal que no violentan nunca el alma infantil y sirven muchas veces de catarsis liberadora.

Recibió en 1958 el Premio Andersen por toda su obra literaria y sus mantenidos esfuerzos por el desarrollo del hábito de la lectura entre los niños suecos y de todo el mundo. En esa ocasión afirmó:

“Con la sola compañía de un libro, el niño crea imágenes en algún lugar de la cámara secreta del alma que superan a todas las demás. Estas imágenes son fundamentales para los seres humanos. El día en que los niños ya no logren crear estas imágenes será el día en que la humanidad caiga en la pobreza. Todo lo grandioso que ha ocurrido en el mundo es producto de la imaginación de alguien. Las condiciones del mundo del mañana dependen, en gran medida, de la capacidad imaginativa de quienes en nuestros días están aprendiendo a leer. Por ello, los niños necesitan libros.”

Astrid Lindgren murió en 2002, en su casa de Estocolmo.